jueves, 27 de mayo de 2010

humedad


La lluvia después de la sequía es siempre
bienvenida por la tierra
con brotes nuevos, emergencia de vida
-la gente no valora la humedad-
La oscura mañana que hoy me toca
hace aún más irreal
mi borrosa visión de las cosas,
todo conspira para la evocación
El aire fresco ventila demasiado mis pulmones
Sólo puedo concebir frases sueltas
Imágines nacidas de la confusión de mezclar
la mágica realidad de la noche
con el tangible sueño que la continúa
¿Cuál es la verdad y para qué sirve?

Los vidrios están tan empapados
que me hacen dudar si estoy despierta
Las gotas no se distinguen unas de otras
caen con tanta constancia y pasión que se fusionan
formando un único gran velo
sólo se sabe que son pequeñas por al impresión
que dejan en el suelo al estallar
un puntillado fino que jugueteando se vuelve
furioso raudal que invade las calles
y arriba puntos de luz
que se deslizan por los cables
y en un lugar preciso
se lanzan suicidas al espacio
¿Como pudieron tantos litros de agua
esperar su momento justo?

Anoche fue otra la humedad,
fue tenue y cálida llovizna
fue lenta exploración de los sentidos,
fue el momento único y pleno
donde la magia puede ser palpable,
estaba mi cuerpo dado vuelta
y del revés no hay piel
todo pasa directo al centro - nada se pierde
sobre mi carne viva podían verse las gotas de lluvia
brillando pequeñas haciéndose raudal.

¿Ya llovía desde antes
y era mi cuerpo la tierra agradecida
o sólo fue un presentimiento
el pronóstico íntimo del tiempo?

Seguí soñando al despertar con dolor por la belleza
Desde mis ojos, también suicidas gotas
fueron cayendo
De mañana todo estaba terriblemente húmedo
El barco que tomé para llegar al deber
se detuvo después de dejar una estela en el río
Por las escotillas, sobre la pantalla de agua
iba viendo y recordándolo todo.

Cuando comenzó a insinuarse
debajo de la piel de mi mano
un delgadísimo tallo verde,
supe que no había
necesidad de respuestas.

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