nombre

No despiertes sin motivos la palabra dormida
no la nombres si no tienes certeza de su nombre
si no te toca el alma su frágil sueño
si dudas de su belleza o de sus dudas.

No la llames que descansan apacibles
sus ojos de ilusión nublados por el llanto
no hagas que miren la luz si no estas seguro de poder
descorrer las cortinas que los separan del sol.

Si después de despertarla te desespera su rostro
y su insomne razón te roba el sueño
y sabes por fin cómo llamarla
pero te resistes a masticar su nombre

Olvídalo por siempre y aléjate
deja que de no ser nombrada se olvide a si misma
se envuelva en su cobija de silencios
y de duerma de amnesia o de cansancio.